La sientes en tus manos. Esa botella de vino, esa curvácea amante, lista para darte placer. Pero ¡oh no, no hay saca-corchos! ¿Qué vas a hacer? ¿Llorar y rendirte? ¿Admitir tu derrota y comprarte un Jumex? ¡Por supuesto que no! Las recompensas requieren un sacrificio, y estoy aquí para ayudarte. Si te encuentras en la terrible situación que acabo de describir, este video podría darte 15 soluciones a tu dilema.
De nada.
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